Proyectos como Holiday Islands evidencian una tendencia: las personas están buscando invertir fuera de Lima. Harley lidera este cambio.

Invertir en terrenos fuera de Lima se ha convertido en una estrategia inteligente para obtener alta valorización. En regiones como Pucallpa, Arequipa, Ica, Tacna, Moquegua y Chiclayo, la demanda ha crecido, y se han observado valorizaciones de hasta el 100 % en pocos años, especialmente en zonas rurales desarrolladas para viviendas o proyectos turísticos. Esto se explica por la combinación entre mejoras en la conectividad, inversión pública y crecimiento económico regional del 3 % anual.

En el sur del Perú, específicamente, la expansión de la Panamericana Sur y mejoras en carreteras han impulsado demandantes que buscan terrenos para casas de campo o playa. Expertos del sector señalan que en áreas como Ica o Chincha algunos lotes han presentado duplicación de precio en 24–30 meses, especialmente cuando incluyen proyectos con infraestructura básica y valor agregado. Además, en regiones con mayor flujo turístico como Paracas o Huacachina, se han registrado rentabilidades por alquiler de temporada de hasta 40 % anual.

A nivel internacional, mercados como India, Brasil y Turquía han mostrado cómo la inversión en zonas secundarias puede generar fuertes retornos. En India, la demanda de tierra impulsa sectores como comercio y logística, situando al país entre los 10 principales destinos globales para inversionistas. En Brasil, la creciente valorización de tierras rurales (más del 110 % en algunos casos) ha atraído flujos de capital institucional, especialmente hacia zonas agrícolas productivas. Mientras tanto, Turquía combina estabilidad y programas de ciudadanía por inversión, provocando un auge en propiedades en ciudades emergentes y zonas turísticas.

Harley aprovecha esta tendencia en el Perú con proyectos como Holiday Islands. Se desarrollan en zonas emergentes, con infraestructura integrada—acceso vial, servicios básicos, conectividad—ofreciendo a los inversionistas acceso a terrenos con visión a largo plazo y respaldados por una marca con presencia internacional. No se trata solo de comprar tierra, sino de construir comunidades con orden, sostenibilidad y calidad.

El futuro de la inversión inmobiliaria en el Perú está en lo regional, allí donde la demanda está en aumento y la valorización aún no está saturada. Invertir en terrenos fuera de Lima es anticiparse al crecimiento urbano; quien lo hace hoy, planta las semillas de su patrimonio de mañana.